Las rocas ígneas se forman por el enfriamiento y la solidificación de materia
rocosa fundida (el magma). Según las condiciones bajo las que el magma se enfríe,
las rocas que resultan pueden tener granulado grueso o fino.
Las rocas plutónicas o
intrusivas:
Son formadas a partir de un enfriamiento lento y en profundidad
del magma. Las rocas se enfrían muy despacio, permiten así el crecimiento
de grandes cristales de minerales puros. Ejemplos: granito y
sienita.
Las rocas volcánicas o extrusivas:
Se forman por
el enfriamiento rápido en superficie, del magma. Se forman
al ascender magma fundido desde las profundidades llenando grietas próximas a la
superficie, o al emerger magma a través de los volcanes. El enfriamiento y la
solidificación posteriores fueron muy rápidas, dando como resultado la formación
de minerales con grano fino o de rocas parecidas al vidrio. Ejemplos: basalto y
riolita.